Help i have done it again.

viernes, 18 de junio de 2010 at 10:22 with 1 comment[s]

Y sí, Se la llevó.
La agarró fuerte con sus garras frias
Y en un tiro, por la noche, Sin que nadie lo pensara
Se la llevo.

Uno, por lo general, piensa que estas cosas jamás van a tocar, que a uno nunca le va a tocar ver morir a otros, a gente que quieres, gente que te acompaño, que vio tus primeros pasos, y cuido de tí, para que cuando crecieras, te volvieras una persona bien, hecha y derecha ~~Aunque en mi caso, prácticamente le haya salido el tiro por la culata,~~ y que, por supuesto, sirviera de ejemplo para distintos familiares.
Pero es tarde cuando de una buena vez abres los ojos y te estrellas con ese muro durísimo que es la realidad. Es demasiado tarde cuando te das cuenta que la muerte existe, y así como se lleva a gente que en realidad, no te importa, se puede llevar a las personas que más quieres en el mundo.
¿Y a nosotros quíen nos prepara para el estrellon? No. Creo que preparación no hay. Hace 1 mes, exactamente, a mí y a mi familia, nos dijeron el crudo destino que le esperaba a mi abuela, y pudimos haber comenzado a asumir las cosas, a verla en nuestras mentes, ahi, encerrada en una caja de madera, fría, sin signo vital alguno, . Asi que, por más reflexion, por más que uno vaya a donde el maestro y le de un recital de yoga y paz interior, o tome aguita de la paz o alguna cosa de esas, Ese colchoncito para que no nos demos duro con ese muro, no existe.

Definitivamente, saber la noticia no es nada, lo que valió en verdad fue ver a mi abuela allá, metida en su ataud, Sin que me pudiera hablar, abrazar, y contarme aquellas cosas que le pasaron durante el día.Cuando abrieron el ataud y acomodé sus manos con una cadena que tenía a jesucristo en ella(Bien devota que era, me acuerdo ^^). Deshabilitación total de contacto, de calor humano... solo el frio de un cuerpo sin vida, con su alma, probablemente mirando la situación, sin que nadie pudiera ser nada. Esa impotencia es lo que más duele, la impotencia de saber que no respira, y no poder hacerla respirar, resignarse a lo ocurrido, a que no se volverá a ver más. Vaya que es difícil esta situación.

Pero, pues, no todo es dolor y sufrimiento. Si bien, enfrentando este desagradable evento, aprendí que a los seres perdidos que quieres hay que recordarlos con alegría, recordar todas esas cosas bonitas que viviste al lado de esa persona, Ver lugares, Ver sus pertenencias, tocarlas, sentir el contacto de su alma con la tuya. Porque ellos jamás te van a abandonar. Su espíritu, siempre estará en el corazon del que lo haya perdido. Y sí, duele, pero poco a poco, esas cosas se van asumiendo, y la resignacion y la impotencia no van doliendo tanto. Lo bueno de esos golpazos contra el muro duro es que de ellos aprendes muchas cosas para agregar a la vida, cosas que permitiran vivir cada dia mejor y mejor. Golpes dolorosos, pero alguna vez necesarios.

Abuela, Para siempre estarás en mi corazon
Aunque no pueda tocar tus manos,y darte un abrazo.